La consagración de la primavera
Estoy obsesionada con la
danza: el movimiento, la forma, la gravedad y los cuerpos. Encontré en ella la
perfecta combinación de la música, el arte, el diseño, la moda, la historia y
el más racional y controlado movimiento humano.
De pronto me encuentro frente
a la pantalla, luces apagadas, volumen alto y empieza La consagración de la
primavera de Stravinski, una de las más grandes y enigmáticas composiciones del
siglo XX.
1913 París esta enloquecido con el ballet clásico entre románticos tutus, medias y zapatillas.
Los rusos habían llegado a la ciudad de las luces a perfeccionar la danza al
ritmo de compositores como Tchaikovski y su Cascanueces y Lago de los Cisnes.
Es en ese momento cuando Igor
Stravisnsky junto a Vaslav Nijinsky (Coreógrafo) y Nicholas Roerich (trajes y
escenografía) diseñan una obra magistral rompiendo con todos los paradigmas y
estilos de la época.
La consagración de la
primavera es una interpretación rítmica de los ritos paganos Rusos. Describe la
historia, sucedida en la Rusia antigua, del rapto y sacrificio pagano de una
doncella al inicio de la primavera que debía bailar hasta su muerte a fin de
obtener la benevolencia de los dioses al comienzo de la nueva estación.
Fuerte, tajante e
impactante.
El teatro de los
Champs-Élysée vio el 29 de mayo de 1913 el más crudo y salvaje paso del ballet
y la danza clásica a una nueva y contemporánea coreografía que hasta la fecha
sigue siendo relevante.
En 1975 Pina Bausch hace
una reinterpretación de la coreografía de Nijinsky y crea lo que a mi parecer
es un increíblemente bello, delicado pero fuerte y masoquista espectáculo con
influencia del decadente y dominante régimen fascista y agresión Nazi.; lo que
yo interpreto como un giro contemporáneo de la precepción de la coreógrafa
sobre el “rapto y el sacrificio”. Absolutamente maravilloso.
Recomiendo vean ambos!