Durante su aprendizaje en París Zipacná de León conoció y vio de cerca los bodegones fauvistas de principios del siglo XX y, a su manera, los interpretó muchas veces. Sin duda le impactó el colorido salvaje de los bodegones parisinos, cuyo color encendido y puro chocaba con el clima frío y nublado del invierno en la Ciudad de la Luz. Yo elegí el bodegón sin nombre que se podría identificar como Frutas, cafetera y pescado, que juega con los elementos básicos tradicionales en los bodegones, pero donde el artista incluyó una fruta abundante en Guatemala y destacó la omnipresente jarilla de café hervido de los hogares populares guatemlatecos. Zipacná se apropió del pescado como elemento desvanecido y como sombra, que alude al símbolo cristiano, a la magia y a la suerte en la lotería popular, pero escaso en la gastronomía local. El pescado es como la sombra inversa a la proyección natural de la luz de la cafetera que aparece levitando. En la pintura, una presen